Casi todos los padres del mundo en algún momento tienen esta duda por diferentes circunstancias que pueden atravesarse a sus caminos, las cuales pueden tener que ver directamente con ellos, en algunas ocasiones con los niños y en otras incluso con las instituciones y vamos a analizar algunos de los casos en los cuales la respuesta puede ser afirmativa y algunos en los que no.
Los factores fuera de nuestras manos
No es nada raro que hayan familias que tengan que mudarse de domicilio gracias a que alguna de las personas que trabaja obtiene un puesto en otro lugar con mejores prestaciones y salario, en tal caso muchas veces la posibilidad de quedarse solamente por mantener la institución educativa de los niños es algo que no tiene mucho peso, pero mientras los pequeños no hayan pasado demasiado tiempo del mismo entorno no debería preocuparte; por ejemplo si un chico pasó dos o tres años en una guardería infantil en Madrid, a pesar de que sentirá el cambio, está en edad perfecta para socializar y de hecho lo aprendió muy bien en la guardería y vaya donde vaya podrá hacer nuevos amigos.
La frecuencia de la necesidad de cambio
Este es otro punto muy importante y es que aunque los chicos tienen bastante adaptabilidad y hoy en día pueden continuar en contacto con sus antiguos amigos por medio de redes sociales cuando están lo suficientemente grandes, y desde un sitio educativo a otro no es algo que les guste hacer por ejemplo una vez cada año, por lo tanto tienes que analizar qué tan probable es que al menos parte de la familia se quede donde los chicos estudian y sólo quien de verdad necesita mudarse por el trabajo lo haga, aunque también es importante que la familia siempre esté unida.