En algunos espacios públicos como los estacionamientos de hospitales, o en líneas de separación de carriles nos encontramos con unas aparentemente inocentes vallas de escasa altura cuya función no comprendemos bien. Mas de uno, convencido que nada puede ni debe atravesarse en su camino, enfila el coche para pasarle literalmente por encima así se puede ahorrar una maniobra y salir del lugar lo más rápido posible. En ese momento nos damos cuenta que no es un adorno y que si bien no cumplen una función disuasoria nos destartalan la amortiguación. La verdadera función de estos artilugios es la de separadores de carriles de Unimat
No obstante, hemos podido comprobar que en muchos lugares son utilizados como vallas; tan efectivas como las reglamentarias utilizadas por las autoridades de tránsito para hacernos reducir la velocidad o hacernos parar en un control policial.
Confundir su rol puede costarnos un buen dinero en el taller del mecánico.