El arte es algo completamente subjetivo y muchas veces, bajos los efectos del alcohol, nuestros amigos también pueden llegar a serlo. Para quienes ya están cansados de creerse superhéroes, esta opción les permitirá ser Picasso durante un buen rato.
Drunken Artists es la versión casera de Pictionary ideal para emborracharse durante una reunión amistosa, todo estará bien siempre y cuando no tengas un Da Vinci entre tus amigos, pues sería una gran desventaja. Para jugar a los Artistas Borrachos solo es necesario un cronómetro, lápiz y papel. Antes de cada ronda se debe designar a un cronometrador y a un artista.
El juego comienza desde que el cronometrador dice una palabra al oído del artista, quien debe empezar a dibujar para que el resto de los fieles fanáticos y admiradores del arte la adivinen. Debe ser un juego rápido, ya que mientras más tiempo pasé, más abstracta será la obra.
Una vez se adivina la palabra, el cronometrador dice el tiempo y el artista debe pagar por sus habilidades. El gran pintor debe beber un trago por cada 20 segundos que haya tardado en que sus compañeros adivinaran la obra. Es decir, si tardaron 1 minuto, debe beber 3 tragos, pero si la obra fue indescifrable, debe beber el trago completo. El juego se acompleja gradualmente, a medida que avanza, la musa se ve afectada por el grado alcohólico de la bebida.
A medida que se desarrolla ésta versión poco sana de Pictionary los jugadores pueden ir sumando reglas que hagan de la obra algo más llamativo. Generalmente prohíben palabras o suman tragos extra por cada minuto que transcurren. Pueden pasar muchas cosas en el Drunken Artists, pero al otro día seguramente contarán con numerosos lienzos dignos de una exposición de anécdotas borrosas dispuesta a crecer en cada reunión que dispongan.