A día de hoy la economía no está como para andar de reforma en reforma cada vez que el suelo de –por ejemplo- una nave industrial sufre los efectos del paso del tiempo (que muchas veces no equivale a más de unos pocos meses); pero… ¿por qué se desgastan tan rápido las superficies de este tipo de instalaciones? Resulta que en una nave industrial en la que constantemente hay personas arrastrando constantemente grandes cargas, poco a poco el suelo se va desgastando y finalmente llega un momento en el que aparecen los temidos baches que obligan a parar toda la producción. Es evidentemente que no se puede colocar ninguna protección por los sitios por los que pasan las máquinas pero… ¿y qué ocurre con las zonas en las que solamente pasean empleados?
Aunque parezca poco significativo, proteger esas zonas del paso del tiempo también es una buena idea ya que es una cosa menos en la que hay que invertir en el momento de reformar toda la nave. Con estos pequeños detalles es cómo realmente se consigue reducir los gastos de una empresa y hacer que sea mucho más productiva y beneficiosa, ya que son los pequeños detalles los que muchas veces marcan la diferencia entre el éxito y el fracaso. Además, el precio de este tipo de protecciones es tan asequible que cualquier empresario puede permitirse al menos probar a ver si consigue un mejor resultado en el mantenimiento de sus instalaciones.
Vía | Antifatiga